El certificado de últimas voluntades es un documento con el cual los familiares o allegados de una persona que falleció pueden saber si este dejó alguna herencia. Es muy común que muchos lo confundan con el testamento mismo, pese a que no mantienen una relación estrecha.
En este certificado, además, los familiares conocen al notario al cual se le dejó la herencia, en caso de que exista. Al poseerlo pueden acudir al lugar que esté para comenzar los trámites señalados en el reclamo de lo reseñado en el testamento.
¿Cómo se obtiene el certificado de últimas voluntades?
El certificado es expedido por el Ministerio de Justicia. Como se trata de un documento de carácter público, cualquier persona puede solicitarlo, incluso si no se trata de un heredero o un familiar del fallecido.
Solo es necesario realizar el pago de algunas tasas y presentar una serie de documentos de identificación. Para obtenerlo, la persona interesada puede acudir a varas instancias: el Registro Civil, alguna Gerencia Territorial.
Vale la pena recordar que este documento comienza a expedirse solo después de haberse cumplido 15 días hábiles tras la defunción.
Documentos necesarios para solicitar el certificado
Existen algunos documentos que toda persona que desee optar por el certificado de últimas voluntades debe tener. Estos son:
- El modelo 790, el cual puede descargarse u obtenerse en oficinas del Ministerio de Justicia.
- Algún documento que señale la identificación del fallecido.
- El DNI de quien solicita el certificado.
Adicionalmente se debe cancelar el pago de una tasa que corresponde a la parte administrativa al solicitar el certificado.
Si bien esto puede realizarse de manera presencial, también es posible pedir el certificado utilizando la web del Ministerio de Justicia. Esto funciona para quienes se encuentran en el extranjero o para evitar el traslado hacia las oficinas del organismo.
El cobro de la herencia
Una vez se obtiene el certificado, y se confirma la presencia de un testamento con el número y la identificación de los herederos, se procede a la búsqueda del notario, el cual realizará el proceso de entrega de la herencia.
En muchos casos, estos procesos requieren de la ayuda de profesionales. Contratar a un abogado para que indique los pasos a seguir nunca está demás, ya que las asesorías ayudan a entender qué decisiones tomar.
No obstante, si existe un acuerdo común entre herederos, entonces lo mejor es dejar todo en manos del notario.